17.7.09

EL PEOR DELITO DEMOCRÁTICO

EL PEOR DELITO DEMOCRÁTICO. Ese es el títilo del editorial del Levante de hoy, que habla de la reapertura del caso Cabanes. No sé si es el peor delito democrático, porque mentir, amenazar con prácticas mafiosas para conseguir fines especulativos, enviar inmigrantes con falsas promesas a un mitin, comprar voluntades y votos para modificar un gobierno municipal, tampoco son menos peores.
He oído a Ricardo Costa en la SER con ese deje pijo que le caracteriza, llenarse la boca con la ética y amenazante por si hubiera o hubiese, explicita o no, una moción de censura en Benidorm ¡Cómo se atreve! ¿En Benidorm? ¿Y precisamente él?
Cuando paseo por Denia, pienso en Paqui Viciano su alcaldesa, la nuestra, hasta que un transfuga socialista le dio el gobierno al PP y no puedo menos que pensar en la vara de medir que utilizan "los carpantas de la comunidad"
Bueno, reproduzco completo el editorial (cuando habla de determinado partido se refiere al PP, claro)
Desde un solar con un pino por toda «población» hasta bajos comerciales vacíos han servido de domicilio-excusa para incluir en el censo electoral a «vecinos» amigos de un determinado partido con la clara intención de que su voto sirva para inclinar el gobierno local a lo largo y ancho de la Comunitat Valenciana tanto de un signo político como del contrario. La práctica no puede estar más extendida ni menos castigada. Por eso es una gran noticia para la salud democrática de nuestras corporaciones municipales que la Audiencia Provincial de Castelló haya ordenado la reapertura del caso de Cabanes y que se investigue al alcalde, del PP en este caso, por las supuestas irregularidades cometidas en el empadronamiento de 39 votantes que no vivían en el municipio. Así da respuesta a la estupefacción que causó el sobreseimiento que en febrero de 2009 acordó el juzgado de primera instancia porque no conocía a los censados. Hay que seguir el texto del auto de la Audiencia para llegar al fondo que realmente hace sustancial y transcendente este asunto. El tribunal destaca la gravedad de este supuesto apaño porque «pone en tela de juicio el sistema democrático». Efectivamente, la picaresca dolosa pervierte la base principal, los votantes, engorda el censo con mangantes que persiguen modificar la voluntad real del pueblo y requiere, además, de la colaboración necesaria de servidores públicos. No puede hacer más daño en la vena democrática este delito. Por tanto, las autoridades están obligadas a perseguirlo con tenacidad.
¡Alarte, gana las elecciones, please!

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