25.8.09

MEMORIA OCULTA

Un artículo de Enrique Gil Calvo con este nombre "la memoria oculta" inicia un debate en la página de Facebook "Recuperación de la memoria histórica" y este vídeo, que me proporcionó Manuel Ruiz, el primero de una serie llamada Exilio, que podéis ver completa en YouTube, me ayudaron en la reflexión de hoy.

La derecha española ha mantenido la memoria oculta a partir de los años 50, cuando los fascismos europeos habían caído y tras la 2ª guerra mundial, cuando aires de reprobación hacia esos sistemas recorrían Europa. Solo y descanguellado, el franquismo necesitaba una pátina de modernidad para ser admitido entre las naciones europeas. Los organismos internacionales no podían aceptar a un fascismo, por muy "sui géneris" que fuera el nuestro, tras hacerse público el genocidio del nazismo. Así que las atrocidades de las que antes, los franquistas se sentían orgullosos y hacían alardes, dejaron de ser elementos de satisfacción y desafío, para convertirse en algo que había que ocultar y ...hasta ahora. Capas de tierra y documentos desaparecidos han ocultado muchas cosas. Tantas, que no conocemos nuestra historia.

Por esa ignorancia que se ha mantenido en los textos de Historia, nuestros hijos y nuestras hijas no se escandalizaron con los comentarios de Mayor Oreja cuando decía que él vivía bien en el franquismo, ni con los de Rita Barberá cuando hablaba del probrecito Camps, perseguido, ni de los últimos de Cospedal, comparando el gobierno y la policía de la dictadura con los que ahora tenemos.

Nuestros hijos y nuestras hijas poco saben por los libros del franquismo, desconocen lo que es ser perseguidos y por supuesto, no han sufrido los interrogatorios de la policía de entonces.

La memoria oculta debe ser desvelada, no sólo por los partidos políticos, que en su día hicieron un esfuerzo sobrehumano en la transición por conseguir la democracia, sino también, por los historiadores para que se pueda enseñar la verdadera historia de aquellos años, pero sobre todo, por los ciudadanos y ciudadanas que conocen, cuando se atrevieron a hablar de ello, las historias de sus abuelos y abuelas. Deben contarlas. Y tienen todo el derecho de encontrar a sus muertos y saber por quién y por qué fueron asesinados. Pues si la guerra civil fue dura, más lo fue la represión indiscriminada tras la paz.

Conocer la historia en estos momentos, no conduce al odio -en este país está muy asentada la democracia-pero explica muchas cosas. Explica el miedo, la intolerancia, el servilismo y la chulería. Y sobre todo, explica cómo un gobierno republicano, elegido por votación popular, se convierte en una monarquía parlamentaria, como la que hoy tenemos.

Y el Partido Popular, si tuviera vergüenza, no utilizaría esos argumentos, porque ellos sí saben lo que sucedió.

Os dejo con el vídeo

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