1.12.09

¿HASTA CUÁNDO SEGUIRÁS ABUSANDO DE NUESTRA PACIENCIA?


¿Hay que bombardear el Vaticano? Una pregunta que surge a raíz de la barbaridad, que ha dicho algún insensato, al pedir que se bombardee Somalia, porque unos piratas de ese país habían violado a una chica. Si algunos representantes del Vaticano han violado en repetidas ocasiones, ¿hay que bombardear el Vaticano?

Y sobre este argumento construye Gustavo Vidal Manzanares su artículo el el Plural del día 30 de noviembre.
Reproduzco todo el texto:
¿Bombardeamos el Vaticano?

"Sin duda, esas llamadas al odio y la muerte, sea para procurarse una notoriedad canjeable en euros o para liberar furiosos demonios del subconsciente, estomagan a cualquier persona digna. Y siguiendo aquel “razonamiento” (es un decir), las recientes agresiones sexuales perpetradas por la iglesia nos abocarían, indefectiblemente, a bombardear el Vaticano, triturar sus escombros y arrojarlos a la fosa de las Marianas tras sembrar de sal gruesa el solar en que se transformaría la Plaza de San Pedro y aledaños.
Sin embargo, no pedimos una venganza ciega, esos tsunamis de ira fanática que tanto gustan a la derecha pero que siempre perjudican a los más inocentes. No, lo que reclamamos es justicia y mano dura contra las agresiones sexuales de la iglesia católica. Simplemente.
Así, hace unos días, hemos sabido que la iglesia católica encubrió más de trescientas denuncias de agresiones sexuales perpetradas, durante décadas, por sacerdotes en Irlanda.
Entre 1975 y 2004, varios arzobispos dublineses recorrieron comisarías y despachos para ocultar aquellas acusaciones sobre violaciones a niños.
Los jerarcas católicos conocían la ley penal, pero no parecía importarles la justicia. Y, lo más grave, encubrían a delincuentes sexuales a sabiendas de que reincidirían en sus crímenes contra otros niños y adolescentes…
Ciertamente, la reincidencia era lo habitual. Hasta un sacerdote confesó haber violado durante veinticinco años. En todos estos casos, la policía miraba hacia otro sitio, en negra connivencia con la iglesia de Irlanda.
La iglesia católica, conocedora de estos crímenes, se limitaba, como mucho, a trasladar al sacerdote quien enseguida reanudaba sus aberraciones sexuales sobre otros inocentes pequeños.
El informe que ha desvelado estos delitos denuncia que “mantener el secreto, evitar el escándalo, la protección de la reputación de la iglesia… y la preservación de sus fondos económicos” era más importante para la iglesia que la justicia y la integridad de cientos de niños cuyas vidas han quedado marcadas para siempre.
Como el dinero es lo que importa a la iglesia, el arzobispo Kevin McNamara había ya suscrito seguros en previsión de futuras indemnizaciones por aquellas agresiones sexuales. Salvaguardado el riesgo económico, no dudó el arzobispo en devolver a su puesto a algún que otro sacerdote que había confesado ser violador.
Por supuesto, la iglesia no sancionó a ningún cura por estos hechos, y hasta algunos de aquellos religiosos fueron ascendidos a importantes puestos en los tribunales eclesiásticos.
La comisión que destapó estos crímenes solicitó, en 2006, a la “Santa Sede” que les remitiera información que pudieran poseer de la iglesia irlandesa. El Vaticano no contestó. Un año después, se preguntó al nuncio si conocía algún documento sobre este caso, que todavía no hubiera salido a la luz. La callada fue la respuesta.
Solo pedimos justicia. Pero de seguirse otros “razonamientos”, tras descubrirse más de trescientas denuncias de violaciones a niños encubiertas por la iglesia católica, habría también que preguntarse: ¿bombardeamos el Vaticano? "
Cecilia Guzmán cuenta hoy, en el Plural, en su reflexión sobre el Estatut de Cataluña que Aznar pronosticaba que el texto estatutario supondría la “balcanización de España” mientras, el cardenal Cañizares afirmaba que el Estatut sería “una puerta abierta al incesto, la poligamia y la poliandria”
¡Casi na!
Podéis leer el artículo con datos para la historia muy interesantes, que algunos olvidan con facilidad, en el enlace de abajo.
Y por último, José Mª Garrido, nos obsequia con fotografías, que ponen en evidencia la doble moral de la jerarquía católica, en otro artículo que titula:
La Iglesia condena a Bono, pero abrazaba a Hitler, Mussolini, Franco, Pinochet, Paveli...
¡Y qué nuestra particular iglesia y la derecha siempre caminan juntas?
Podéis leer el artículo y ver las fotos en el enlace de abajo
http://www.elplural.com/macrovida/detail.php?id=40853

Creo que sobran los comentarios, porque estos tres artículos hablan por sí solos.

Pero... de repente, me he acordado de Cicerón cuando se dirige a Catilina en el Senado y le acusa de querer destruir la república romana en el 63 a.C.

"¿Hasta cuándo ya, Catilina, seguirás abusando de nuestra paciencia? ¿Por cuánto tiempo aún estará burlándosenos esa locura tuya? ¿Hasta qué límite llegará, en su jactancia, tu desenfrenada audacia? [...] ¿No te das cuenta de que tus maquinaciones están descubiertas? ¿No adviertes que tu conjuración, controlada ya por el conocimiento de todos éstos, no tiene salida?"

Una primera frase en latín que hace tiempo, demasiado tiempo, nos hacían traducir.

Quousque tandem, Catilina, abutere patientia nostra?
¡Ah! la viñeta es de Romeu y creo que de El País

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