Y nos tiramos a la calle, porque la calle no es suya, que es nuestra. Siempre ha sido de los trabajadores y las trabajadoras, aunque a veces la invadan los obispos, las pieles y las corbatas para insultar al gobierno socialista. Lo hacen cuando no les gusta una ley o cuando nuestra sociedad establece unas reglas de funcionamiento en clave civil, que Francia, nuestro país vecino, tiene desde la Revolución francesa.Protestas y más protestas. Con este título informaba El País de la situación de la Comunidad Valencia en un artículo que empezaba así:
"Otro día para expresar el descontento. El malestar se extiende y las protestas se acumulan. Si ayer salieron a la calle los abogados de Valencia por el impago del turno de oficio, hoy lo han hecho los funcionarios de los juzgados de Lo Social, los de prisiones y los empleados de un hospital. En Alicante, mientras, se han celebrado otras dos concentraciones, una de ciudadanos belgas contrarios al cierre de su consulado, y otra encabezada por los sindicatos del sector del metal. Los motivos son variados, pero en casi todas estas manifestaciones resurge el malestar por problemas pendientes de solucionar desde hace tiempo y que se han agudizado por la crisis económica. Falta de personal, de medio materiales, recortes presupuestarios, reorganizaciones y bloqueo de convenios han movido hoy a cientos de personas a expresar su protesta en la calle." [...]
La falta de medios es el denominador común. Los impagos a fin de año son más duros de aguantar. Sanidad, Universidad, la Ley de la Dependencia, Asociaciones de Enfermos Mentales... hasta deben a la ciudad de Valencia. Si los abogados y la Confederación de Empresarios se les rebelan, ¿cómo no van a protestar los enseñantes, los alumnos y alumnas , los padres y madres hartos de barracones, de la prepotencia y del desprecio de la Consellería de Educación?
Los Directores de cerca de 400 institutos de Enseñanzas Medias piden a Educación que cesen los expedientes sancionadores de una Consellería que rechaza la oferta del gobierno para llevar ordenadores a nuestros alumnos con la banalidad de que al ser pequeños producen miopía a unos jóvenes, que andan con su móvil todo el día. Una Consellería con una deuda para construir colegios que supera a la de 10 comunidades juntas.
De todas estas protestas la que más me ha impresionado es una sencilla felicitación navideña que los niños y niñas de cuatro años del colegio Max Aub de Valencia han dirigido a Font de Mora
"Nos pusieron el barracón, porque éramos tantos que no cabíamos en las clases" "Somos tantos que en el comedor, que sólo caben 110 alumnos, comemos 330. ¿A qué no salen las cuentas?
El patio, con un barracón, con las lluvias del lunes pasado, acabó convertido en "una piscina". El agua les llegaba hasta las botas. El desagüe embozado, lleno de gravilla y piedras de obras recientes... La fotografía es de El País.
¡Protestemos, protestemos! porque el dinero de nuestros impuestos no se usa para solucionar los problemas de los ciudadanos y ciudadanas, ni siquiera para pagar deudas, ya que esta Generalitat nuestra de pandereta y mantilla se lo gasta en adornos, carreras, velas y otras fruslerías.
Leed los artículos que lo cuentan
El País
http://tinyurl.com/y95k6gphttp://tinyurl.com/ye4trdq
Soy Remedios, una de las madres del Colegio Max Aub. Sólo daros las gracias por vuestras palabras y apoyo. Os agradecemos la sensibilidad que mostrais en vuestro artículo.
ResponderEliminarGracias de nuevo
Aquí estamos para lo que necesitéis. Gracias a vosotros y a vosotras por no callar y por esa iniciativa
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