4.7.10

FE, IGLESIA, LAICIDAD Y NUBES


¡La fe mueve montañas!

Montañas que se convierten en millones de euros, que nuestra particular Iglesia Católica no paga al Estado, porque a diferencia del resto de los mortales españoles, no paga impuestos. Y es que La fe mueve millones leo en Público

Esos millones impagados, da vergüenza decirlo, no son sólo fruto de posesiones, herencias y edificios... sino que a veces, los que no dan, recogen. El Estado financia con unos 6.000 millones de euros anuales a la iglesia romana. "De esta cifra, 3.000 millones se destinan, según cifras oficiales, a sostener los colegios religiosos concertados, pero también se paga con dinero público el sueldo de obispos y sacerdotes; a los profesores de catolicismo en la escuela pública (unos 15.000); el salario de más de un millar de capellanes castrenses, hospitalarios y carcelarios, e incluso gran parte de la restauración o sostenimiento del ingente patrimonio histórico artístico de esa religión, la segunda propietaria inmobiliaria después del Estado",

Un ejemplo de cómo se recoge, el acto por el que será beatificado Fray Leopoldo de Alpandeire el 12 de septiembre en la base área de Armilla (Granada). El fraile, que practicaba la beneficencia para los pobres va camino de la santidad para mayor gloria de las cuentas bancarias de la Iglesia. Los organizadores del acto, la Orden Capuchina y el Arzobispado de Granada, esperan una asistencia multitudinaria (entre 200.000 y 500.000 personas) y han decidido imponer un donativo de 20 euros para acceder al recinto. (entre 4 y 10 millones de euros). El propio Ministerio de Defensa, que ha cedido gratuitamente la Base Aérea de Armilla, ha puesto objeciones a la exigencia del donativo, que muchos consideran un escándalo.

Las nubes que cubren el cielo de este domingo de julio no son ajenas al sentimiento que despiertan estas noticias en las gentes bienpensantes y respetuosas con las creencias de sus semejantes. Porque es iluso creer que avanzamos hacia la laicidad mientras existan los privilegios de la Iglesia Católica y encima se pretenda que se extiendan a otras confesiones. La contradicción evidente de vivir en un estado aconfesional, como marca la Constitución y de mantener los acuerdos de 1979 con la Iglesia Católica, nos convierten en un Estado confesional encubierto. Y leo en una frase tremenda en un reportaje de El País de Juan G. Bedoya, titulado De laicos nada pronunciada por eclesiasticistas partidarios del laicismo "España es ahora un Estado aconfesional con querida (o). Mañana podemos ser un Estado aconfesional con cuatro o cinco mantenidas(os) más, es decir, habremos retrocedido en laicidad y neutralidad religiosa". Las (os) son mías.

Y para acabar de animarme, leo en Levante un artículo Viaje en metro a la verdad en el que se explican los actos a los cuatro años del accidente del metro, que acabó con la vida de 43 valencianos y valencianas y las nubes se convierten en nubarrones.

"El cura progresista que iba a oficiar la misa Honori Pascual, destacado párroco del Grup de Rectors del Dissabte y que había sido escogido por la asociación de víctimas del metro para oficiar la misa de ayer en honor a las víctimas, fue vetado por los responsables de la Catedral de Valencia poco antes de comenzar la eucaristía" ¡Qué cosas tienen!

Claro que son cosas suyas, que no dejan de reflejar lo poco que les gustan los cambios. Pero con la nueva Ley de Libertad Religiosa , cuyo borrador ya conocemos, algunas cosas pueden cambiar: que el Estado organice actos civiles, por ejemplo y sólo civiles. Por supuesto, que a algunos no les va a gustar nada. Entre ellos al PP y a la jerarquía católica y así lo han manifestado. Sin embargo ya es hora de separar de verdad, la fe, la Iglesia y el Estado y a cada cual lo suyo ¡Ya veremos!

Me gusta la definición de Ramón Teja, catedrático de la Universidad de Cantabria y presidente honorífico de la Sociedad de Ciencias de las Religiones "Laicidad significa la existencia de un espacio público a disposición de todos los ciudadanos para ejercer sus derechos en condiciones de libertad y de igualdad, una ciudad de los hombres en la que haya espacio para todos, no una ciudad de Dios en la que solo haya lugar para sus creyentes".
Y más tolerancia habría!!!
No es extraño, añado este lunes, que haya disidentes en nuestra particular Iglesia católica y que algunos teólogos se unan contra Rouco y empiecen a denunciarlo. La vara del cardenal es una exmonja que ha pasado 60 años en un convento de clausura y que le acusa ante el Papa por coaccionar a los teólogos disidentes y tampoco es extraño que la iglesia progresista denuncie a Rouco ante Benedicto XVI de"Violación del Derecho Canónico, omisión de deberes pastorales, coacciones y consentimiento de denuncias calumniosas" entre otras cosas y que los Retors del dissabte exijan hoy a Osoro que explique el veto de la catedral al cura progresista
Un poco de "frescura laica" puede guiar los pasos de la vara del cardenal, dice Barbería en su reportaje; pero seguro debe guiar los del gobierno de un país aconfesional

2 comentarios:

  1. ¿Quien le pone el cascabel al gato? Ya puede gobernar la derecha, el centro o la izquierda, da igual, ninguno se atreve a a acabar con el hermoso chollo que disfruta la iglesia

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  2. Y el caso es que en otros países, que el Estado se comporte con la Iglesia como en España es impensable desde hace bastante tiempo. Ya es hora de que al "César lo que es del César...

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