4.5.11

CUESTIÓN DE ÉTICA

Cuestión de ética es la que nos permite sobrevivir entre tanto horror democrático. Que la popularidad de Obama se dispare por el éxito militar de la muerte de Bin Laden, me asombra y casi me escandaliza, cuando hace dos días tenía que demostrar quién era, con partida de nacimiento en mano, ante la maledicencia y difamación del millonarioTrump, el cual aseguraba hacer un gran servicio a EE.UU. Calumnia que algo queda titulaba Elvira Lindo su artículo de este domingo en El País, en el que también hablaba del Dr. Montes y del exportavoz del gobierno de Aznar, Miguel Ángel Rodríguez.

No hay razones "para el intoxicador cualquier argumento es válido con tal de hacer daño y desviar la atención al terreno de la mentira". La derecha se permite todo. Repaso sucesos de los últimos años en España, en la Comunidad Valenciana, en Godella. Todo se puede decir, todo se puede hacer, cualquier sospecha sin fundamento se convierte en elemento de denuncia, que aunque se archive después, agota y da asco. Y encima, no hay consecuencias para el que lo hace, sabiendo que no es cierto. Incluso hay gente que los jalea y medios que lo difunden.

La fortaleza democrática se apoya en la ética, recurso y herramienta para el análisis político, pero hablar de ética es peligroso y dicen que no da votos. Todos somos responsables de lo que decimos, de lo que mentimos, de los valores que transmitimos y en medio de estas reflexiones, leo a Ignacio Escolar en Público, que habla, sin nombrarla, de ética sobre el asunto de Bin Laden. Dice así:
"Debo de ser un demócrata trasnochado, pero prefiero los juicios a los asesinatos de Estado. Debo de ser un blando, pero no creo en la pena de muerte ni mucho menos en las ejecuciones extrajudiciales. Debe de ser sospechoso esto que digo, porque antes de seguir voy a tener que dejar muy claro, para que nadie manipule mis palabras, que detesto la violencia, que detesto el terrorismo, que detesto a Al Qaeda y que no creo en el infierno, pero si existe tal cosa se inventó para asesinos como el difunto Osama Bin Laden.

Debo de ser un pacifista peligroso, pero aún soy de los que defienden que el fin no justifica los medios; que la Justicia no tiene nada que ver con un tiro en la cabeza y un cadáver lanzado por la borda hasta el fondo del océano. Debo de ser un antiguo, o tal vez alguien demasiado moderno, porque ojalá que la ley del Talión se hubiese quedado enterrada en la tumba del rey Hammurabi, hace más de tres mil años. Debo de ser un pesimista, porque creo que este mundo retrocede y vivimos una contrarreforma en lo económico pero también en lo político; porque me temo que las democracias que ayer felicitaban al Nobel de la Paz Obama hoy no firmarían la Convención de Ginebra o la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Debo de ser un utópico, porque defiendo que ni siquiera si se demuestra que la pista para cazar a Bin Laden salió de un prisionero de Guantánamo, como ya se ha filtrado, quedaría justificada la tortura o el limbo jurídico de esos “enemigos” que ni siquiera saben de qué están acusados. Debo de ser un aguafiestas inoportuno, por afirmar que la venganza no es Justicia; por recordar que hasta los nazis tuvieron un juicio en Núremberg que hoy negamos a los terroristas de Al Qaeda".

Un democrata trasnochado que habla de ética.

Iñaki Gabilondo habla del tema, en la voz de Iñaki en El País y lo llama"jeroglífico moral" Un jeroglífico que es difícil comprender.

1 comentario:

  1. L'article d'Ignacio Escolar em sembla que reflecteix a la perfecció l'actualitat i em recomforta llegir a algú amb el qual compartir l'opinió sobre el tema perquè sembla ser que tothom hi és d'acord amb l'actuació dels Estats Units.

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