Es lo que tiene el insomnio, que te da por pensar o leer o las dos cosas. No he podido asistir a la reunión con las asociaciones de Godella. Por lo del reparto de tareas en la campaña. Pero se de buena fuente que el debate ha sido interesante, distendido y que al PP no le ha ido muy bien. El auditorio no era de los que se conforman con vagedades y se tragan mentiras. No se trataba de conocer a los candidatos y candidatas. En un pueblo, ya se sabe, se conocen casi todos. Pero la gente no quería saber si uno tenía perros o si ayudaba en casa. La gente quería saber que pensaban los partidos políticos de las propuestas de las Asociaciones, que concretaran y que respondieran a sus preguntas. Me han dicho que nuestro Alcalde, Salvador Soler, lo hizo y que se notaba que sabía de lo que hablaba, pero sobre todo, que inspiraba credibilidad.
Claro que yo no estaba, por eso cuento lo que me han dicho y como lo conozco, no me extraña.
Sobre lo que se dice y lo que se cuenta, me gustó el artículo de Escolar en Público hoy. Lo titulaba "Transparencia informativa" y es muy interesante. Podéis leerlo aquí y no dejéis de seguir sus enlaces para leer dos entrevistas "con miga". La última reflexión de esta noche de campaña electoral es sobre lo que se puede o no se puede preguntar a un político/a. Ser periodista se las trae y dedicarse a la política también.
Si un político como Camps concede una sola entrevista en dos años y el periodista confiesa "no atreverse a preguntar mucho a Camps sobre la Gürtel" y en un alarde de machismo acaba un insufrible y baboso relato con un "que remacho soy", da vergüenza. Y si Rajoy habla de "lo que interesa a los españoles" en otra entrevista y se trata de asuntos personales, mientras que se niega a contestar a preguntas en rueda de prensa, da vergüenza también. Cuando leo todo esto, me alegra vivir en Godella y descubrir cada día la talla política de compañeros y compañeras que trabajan por su pueblo, que son cercanos, que no esquivan las preguntas de sus vecinos y vecinas y que reivindican la honradez, la ilusión y la dignidad.
Ese periodismo político baboso que alardea de dar a conocer a un personaje, me molesta, porque es una burla a la inteligencia. Me quedo con el de Escolar, un periodismo esencial en un momento en el que buscamos esencias y saber qué hará después con mi voto la persona en la que deposito mi confianza.
¿Qué hará Camps?
¡¡Es hora de cambiar la Comunidad Valenciana!!
Bona nit
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