8.3.12

SOBRE LA HIPOCRESÍA Y EL ABORTO


En el día de hoy, 8 de marzo de 2012, un día para celebrar la lucha y las reivindicaciones de las mujeres, un día para festejar a la mujer y para hacer visible nuestro verbo y a la RAE ¡qué le den!

En el día de hoy... no he podido resistirlo, transcribo un artículo escrito por Ignacio Escolar, un hombre que habla de otro hombre y de todas nosotras, en un periódico, que ya no es periódico, porque es virtual, y  en un país, que también es nuestro, en el que todas y todos vivimos, pero es un país gobernado por el PP.

"Si el ministro de Justicia quiere apoyar la maternidad, que se olvide de la reforma de la ley del aborto. Las soluciones son otras: más guarderías públicas, horarios laborales razonables, multas más duras contra las empresas que discriminen a las embarazadas,permisos de maternidad y de paternidad como los de Escandinavia y viviendas subvencionadas en alquiler para las parejas jóvenes que se quieran emancipar.

Si al ministro de Justicia le preocupa la violencia estructuralcontra la mujer, que no toque la ley del aborto. La solución no está en su departamento, estaba en el extinto Ministerio de Igualdad, en las leyes contra la violencia de género y contra la discriminación de la mujer; esas medidas de las que tanto se burló el PP cuando estaba en la oposición y que hoy no se sabe con qué dinero se van a pagar.

Si el ministro de Justicia quiere evitar los embarazos no deseados, que no nos cante milongas sobre el aborto. La solución pasa por la educación sexual en los colegios, las campañas de fomento del uso del preservativo y la píldora del día después.

Pero el ministro Alberto Ruiz-Gallardón en realidad no cambia la ley del aborto para apoyar a la maternidad, ni para combatir la violencia de género ni para evitar los embarazos no deseados. Todas estas excusas son tan falsas como la imagen progre del exalcalde de Madrid. La reforma que plantea el Gobierno –regresar a la ley de supuestos, en vez de la actual ley de plazos– lo único que busca es apaciguar al sector más conservador del PP, en contra de lo que opina la mayoría de la sociedad.

Si se vuelve a la regulación anterior, las españolas podrán abortar, pero lo tendrán que hacer sin que se note y con subterfugios: mintiendo a un psicólogo para poder tomar esa difícil decisión o, si la reforma es muy reaccionaria, viajando a Londres (quienes lo puedan pagar). Mezclar la “violencia estructural de género” con el aborto es solo otra hipocresía más. También un insulto a las mujeres, a las que el paternal ministro trata como si fuesen menores de edad.
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I. Escolar en Público "Gallardón y la hipocresía estructural"


Y estando así las cosas ¿Cómo no  rebelarnos? Celebremos este día y unamos fuerzas, porque el camino está lleno de torticeros presagios. En el día de hoy... un logo antiguo, se hace nuevo.

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