29.10.09

LA BUENA GENTE

La buena gente es gente normal, que te encuentras en los sitios más diversos. En la calle, ayudando a levantarse a un niño que no conoce; en el mercado, dejando pasar a la vecina que va muy cargada; en el dentista, sonriendo y haciendo que muevas las manos para que no pienses en tu boca; en la escuela, ayudando al que tiene a su lado; en la familia y en los amigos, perdonando; en política, acercando posiciones y solucionando rencillas.
La buena gente no tiene edad, porque hay de todas las edades, tampoco son gente de hoy, ni de ayer, ni de mañana, porque hay en todas las épocas, ni siquiera son de aquí, ni de allí, porque la buena gente no tiene fronteras.
Puede ser que la buena gente nunca salga en un periódico, en una revista o asista a un programa de televisión o puede ser que sí, y en ese caso, si te fijas, la distingues, porque la buena gente no necesita hablar de ella. Tiene el pudor de la ética, no insulta y habla de proyectos, de futuro, de qué hacer para mejorar el mundo en el que vive.
La buena gente no es escasa, si la buscas la encuentras y a veces, la encuentras sin buscarla. Te da confianza en la vida y en el género humano, está a tu lado día a día. No le vence el desánimo, ni la difamación, ni las habladurías, porque tiene esa mirada bondadosa que primero averigua.
La buena gente no establece duelos, ni batallas de poder por ser más, no acepta regalos de sus deudores, no miente para estar, ni está para mentir. No le hace falta, porque es buena gente.
Como dijo Manuel Rivas "La buena gente se merece políticos y gobernantes que se preocupen más por el ejemplo que dan con su propia talla"

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