2.9.11

ENSEÑANTES

Así se llaman, enseñantes. Alguna vez he dicho que me gusta más el nombre de maestros y maestras. Si la distinción entre el nombre de profesor/a y maestro/a es administrativa o formal, no me parece importante. Porque en su origen "magister" es la persona con capacidad para enseñar a otros y hoy Magisterio y sus especialidades son un grado más. Pero el trabajo de un maestro es algo más que "las horas de pizarra".

Y aquí estamos de nuevo,  con  recortes escandalosos que dificultan el futuro de nuestros jóvenes. Bien empezaremos el curso en Madrid. Aumentar las horas lectivas, decir que enseñar es igual que atender al público en cualquier negocio, en el que cuando cierras la puerta has acabado tu jornada, es una estupidez. Las clases se preparan, se corrige, se estudia, se lee, se discute, se orienta, se avanza. Veremos qué sucede en la Comunidad Valenciana, también empezaremos el  curso con algunos recortes y aunque hacerlo peor que Font de Mora es difícil, se puede intentar.

Ayer hablábamos de la oferta educativa de Godella, de las inversiones de este ayuntamiento en educación. Esto no es lo habitual. Conozco muchos maestros con contratos precarios y sé de otras miradas municipales y populares, ahorradoras en temas sociales y educativos y gastadoras en farolas y eventos varios. En vilo nos ha mantenido este verano la EPA de Paiporta, veremos en qué queda... No entiendo a estos romanos.

Hoy leía lo que escribe  I. Escolar sobre el tema de Madrid y lo reproduzco, porque es interesante para la reflexión sobre los enseñantes.

"Esperanza Aguirre arranca el curso despidiendo a más de tres mil profesores de la escuela pública madrileña. Es el 12% de los maestros de secundaria, uno de cada ocho. La Comunidad de Madrid calcula que ahorrará 80 millones de euros al año, un dinero que, dice Aguirre, “evitará recortes en otras partidas esenciales para la enseñanza”. Curiosa disculpa. ¿Acaso hay algo más esencial en la enseñanza que los profesores? Lo hay: las subvenciones a la escuela privada.

Algo de hemeroteca, que la memoria es el mejor antídoto contra la mentira. Hace menos de un año, la Comunidad de Madrid aumentó las deducciones fiscales para los colegios de pago. Hasta entonces, estas ayudas sólo iban a familias pobres que matriculasen a sus hijos en centros privados (si es que tal especie existe). Pero Aguirre modificó la ley para beneficiar a las familias con rentas más altas y ahora, por ejemplo, un matrimonio con dos niños que declare ganar menos de 120.000 euros al año se puede desgravar hasta 1.800 euros por el colegio privado. En total, este regalito cuesta 90 millones de euros anuales: diez millones más de lo que Aguirre dice que ahorrará con los despidos en la escuela pública.

Como el PP se ve tan ganador el 20N que ya ni se molesta en ocultar sus planes, el modelo madrileño está siendo transplantado al resto de sus autonomías, con De Cospedal –esa política austera que sigue cobrando un segundo sueldo como secretaria general del PP– como alumna aventajada. No hay dinero, dicen. Depende de para qué. La misma Aguirre que despide maestros quiere una policía autonómica en Madrid para combatir las protestas del 15M. Es el modelo “liberal” en su peor esencia: todo se privatiza, salvo los porrazos.

¡Qué no nos pase na!! Pero seguiremos defendiendo una educación pública y de calidad.

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