En la noche del 9 de noviembre de 1989 cayó el muro de Berlín. Erich Honecker y su fuerza de seguridad, la Stasi, no consiguieron detener el proceso que defendía Gorbachov en la Unión Soviética y cayeron el 18 de octubre. Los términos "glásnost" (liberalización, apertura, transparencia) y "perestroika" (reconstrucción) se hicieron populares en Alemania Oriental y la visita del lider soviético acrecentó los deseos de libertad de sus habitantes. Menos de un mes fue suficiente para llevar a la dimisión en pleno del gabinete de Stoph (símbolico nombre) dos días antes de esa noche. Después, los desórdenes organizativos, tras una rueda de prensa, esa misma tarde, del nuevo jefe de Propaganda del Politburó, Schabowski, que acosado por los periodistas sobre cuando entraría en vigor la libertad para cruzar el muro, dijo: "De inmediato...la orden entra en vigor de inmediato" y los alemanes se lanzaron a la calle, se abrazaron y llegó la reunificación.
Recuerdo esa noche y nuestra mirada sorprendida, atenta y emocionada a las imágenes del televisor, que transmitía un suceso impredecible, imprevisible años antes en una Europa dividida en dos bloques. Pero el muro caía y este hecho simbólico sucedió pacíficamente y sin preaviso. "Por suerte, la política conserva una fuerte dosis de suspense", dice Pere Vilanova, catedrático de Políticas de la UB y analista del Ministerio de Defensa.
Dieciocho años después de su construcción caía el muro que dividía Alemania y es que la igualdad, que defendía la RDA, sin libertad, finalmente no es nada. Nuestras ideas, la paradoja de oír a la derecha hablar de libertad tras tantos años de lucha socialista y las consecuencias políticas de la desaparición de los gobiernos comunistas hacen que valoremos la libertad como algo esencial junto con la igualdad. La libertad capitalista, sin embargo, rechaza la igualdad, ya que el suyo es un concepto al servicio de lo particular.
El 9 de noviembre de 1989 marcó no sólo el fin de la era de la Guerra Fría, sino también el comienzo de una nueva ola de globalización, en la que en principio parecía que el gran triunfador fuera EE.UU. Pero las políticas belicistas de Bush y el fracaso de la política económica han hecho necesario un análisis que varíe el foco capitalista.
Desde la libertad, los conflictos bélicos continúan; los ricos siguen siendo ricos, aunque algunos se estrellen, y los pobres siguen pobres; la democracia es insultada todos los días por alguno de sus representantes, que no son modelo de nada, veasé nuestro PP; el G8 se ha convertido en el G20, tan falto de mujeres como siempre y la comunicación, que todo lo acelera, no comprueba sus fuentes y nos llena de prisa... Y a pesar de todo, Europa, el viejo continente, se mueve y es más pacífico ¡Cuánto ha cambiado en veinte años!
Pero falta reflexión, reposo para las ideas y tiempo para ponerlas en práctica.
Hoy se celebra en Berlín, veinte años después de la caída del muro, "La fiesta de la Libertad"a la que asistirán además de Angela Merkel, Gorbachov, Walesa, Sarkozy, Hillary Clinton, Dmitri Medvedev, Gordon Brown y nuestro presidente, José Luis Rodriguez Zapatero.
Podéis ver unos vídeos interesantes arriba y leer informaciones de Público y El País
http://www.publico.es/internacional/267726/asi/cayo/muro/berlin
No hay comentarios:
Publicar un comentario